La mansión de los chocolates, de Maria Nikolai

 

Autora: Maria Nikolai.
Editorial: Maeva.

Traducción: Marta Armengol Royo y Elena Abós Álvarez-Buiza.
Formato: Tapa dura.
Género: Ficción / Narrativa / Histórica / Familiar.
Autoconclusivo: No. #1Die Schokoladen-Saga. (Trilogía).

Páginas: 472.

Precio: 22 euros.
ISBN: 978-84-17708-45-0
Enlace de compra: https://www.maeva.es/colecciones/grandes-novelas/la-mansion-de-los-chocolates

Stuttgart, 1903. Como hija de un próspero fabricante de chocolate, no parece que el futuro de Judith Rothmann vaya a estar sometido a muchos sobresaltos. Lo que se espera de ella es un buen matrimonio e hijos que aseguren la continuidad familiar. Pero las previsiones son engañosas y el destino, imprevisible. La aspiración de Judith es tener un rol importante en la compañía, y casarse sin estar enamorada no entra en sus planes. Mientras tanto, Hélène, su madre, cansada de una ciudad y un marido que ahogan su espíritu libre y apasionado, sigue una cura de reposo a orillas del lago de Garda. Allí descubre que todavía está a tiempo de cambiar su anodina vida en Alemania por otra independiente y libre en Italia.

La ambientación de esta novela fue lo que más me llamó la atención cuando se presentó. El hecho de que todo girara alrededor de una fábrica de chocolate, a principios del siglo XX, resultó muy tentador. Además estaba protagonizada por dos mujeres en momentos clave de sus vidas y tenía muchas ganas de descubrir sus historias.

En 1903, Judith es la hija mayor de la familia Rothmann, dueña de la fábrica de chocolate más importante de Stuttgart, La Mansión de los chocolates. A pesar de que su padre no está por la labor, por ser una mujer, desea con toda su alma convertirse en la responsable del negocio familiar y luchará con uñas y dientes por conseguirlo.

Su madre, una mujer de espíritu libre, abandona a su familia en busca de inspiración en la zona del lago de Garda. Allí encontrará mucho más de lo que pensaba y tendrán lugar una serie de casualidades que unirán el destino de madre e hija, en la distancia, para siempre.

El libro se divide en capítulos de extensión media, narrados en tercera persona. La trama comienza presentando la situación de la fábrica de chocolate y la incapacidad del patriarca para salvarla. Existen problemas económicos y el señor Rothmann dedica todo su tiempo al negocio.

Judith, por su parte, es la encargada de mirar por sus dos hermanos pequeños y muy revoltosos. Tras la marcha de su madre a buscar aire nuevo y cuidados en un centro en Italia, Judith renuncia a muchas cosas por el hecho de ser la mujer de la casa. 

En general, me ha sorprendido mucho la actitud de la madre de la protagonista, siendo totalmente capaz de ignorar a sus tres hijos sin mayor remordimiento. Vale que el señor Rothmann es bastante desagradable, pero sus hijos no tienen la culpa. 

En cuanto a los personajes, Judith me ha gustado bastante. Es una mujer adelantada a su época, con muchos sueños por cumplir y empeñada en conseguirlos. Tiene iniciativa, es inteligente y luchadora, algo que quizá su padre no encontraría en cualquier hombre que quisiera casarse con ella para ser el dueño de la fábrica.

Varios serán quienes pretendan a Judith pero lo cierto es que ella no actúa como el resto, va más allá y eso implica riesgos que tendrá que afrontar.

Por otro lado tenemos a Victor, un hombre con un pasado espinoso. Con la idea de empezar de cero, llegará a la fábrica de los Rothmann con muchísimas ideas. Quedará fascinado por la luz que desprende la ilusión de Judith por nuevos proyectos, pero esta tendrá su cabeza, al menos al principio, en otros asuntos.

En cuanto a los personajes secundarios, destaco a los amigos de Victor y Judith, quienes tienen su papel importante al final de la novela. Demuestran el valor de la amistad y la lealtad por encima de todo.

En cuanto a puntos a mejorar, diré que esperaba algo más de emoción en la historia, mejor ritmo de lectura y que el final no fuera tan oportuno. Con esto último me refiero a que de repente te dan todo mascado y todo parece muy sencillo, pero en esa época no lo era, y más con la personalidad de ciertos personajes. No me ha cuadrado ese aspecto.

Tengo que reconocer que el libro ha sido más denso para mí de lo que esperaba. Sentía que no terminaba de avanzar la historia y hay una trama que se queda bastante abierta y creo que podría haber resuelto en esta primera novela. Me he quedado con la sensación de que la autora está guardando casi todo para el resto de libros. Por ahora está publicado ya el segundo, con esta cubierta:

Los temas que trata la novela son varios. De primeras refleja muy bien la injusticia que sufrían las mujeres en aquellos años, sin apenas capacidad de decisión y dejándolas por trastornadas a la mínima queja que pudiera salir de su boca.

Por otro lado, queda muy plasmada la diferencia de clases y los prejuicios existentes entre ellas. Victor llega de una forma humilde al pueblo, a pesar de no tener un pasado tan simple, y tendrá que adaptarse a esas miradas por encima del hombro de los señoritos de la zona.

En definitiva, es una novela que fluye despacio, al igual que la historia de amor que se desarrolla. Victor me ha gustado mucho, es muy bueno en general. Judith se sale de la norma y lucha por sus deseos, lo que tiene mucho mérito. Se me ha hecho un poco lento en ciertas partes y, sin embargo, el final ha ido demasiado rodado. El ritmo ha sido bastante irregular y esperaba algo más de emoción, sospecho que la autora se guarda bastante para los siguientes libros de la trilogía. Si lo leéis, encontraréis traiciones, secretos y disputas familiares, así como la brecha creada por la diferencia de clases y sus consecuencias.

Velocidad lectora: 3/5 

Presencia de romance: 3/5 

Nivel de intriga: 3,5/5 

Carga dramática: 3,5/5 

Calidad de los Personajes: 4/5
Ambientación: 4/5
Estilo literario: 3,5/5
Originalidad: 3,5/5
Cierre de la historia: 3/5
Diseño de la edición: 4,5/5

No dudéis en comentar vuestra opinión.

¡Hasta el próximo libro!