Flores de papel, de Silvia Ferrase.

  

Autora: Silvia Ferrase.
Editorial: Suma de letras.

Formato: Tapa blanda con solapas.
Género: Ficción / Narrativa / Contemporánea /

Autoconclusivo: Sí.

Páginas: 424.

Precio: 19,85 euros.
ISBN: 9788491298908
Enlace de compra: https://www.penguinlibros.com/es/literatura-contemporanea/324675-libro-flores-de-papel-9788491298908

Lara vive en uno de los barrios más peligrosos de las afueras de Madrid. A duras penas estudia, trabaja y cuida de Carmen, su abuela, enferma de alzhéimer y su única familia. Pero no está sola, su siempre ajetreada y caótica vida la complementan Olimpia e Irene, sus vecinas y mejores amigas. No será hasta un encontronazo fortuito con Saúl, uno de los arquitectos que planifica una serie de obras de rehabilitación en ellugar, que el pasado reaparezca entre los escombros y altere aun más la vida de Lara. ¿Podrá sobrevivir a lo que se le avecina?

Silvia Ferrase construye con mimo una historia que mezcla ingredientes trágicos y cómicos para hablar no solo de relaciones sino también de realidades sociales difíciles como la drogodependencia, los maltratos o la vida de barrio. Un canto a la generosidad y al altruismo en las comunidades vecinales, donde se puede sufrir y llorar pero siempre acompañado. Y donde el amor se convierte en el verdadero milagro.

Algo me atrajo desde el principio a esta historia. Es posible que una parte de la culpa la tenga la sinopsis, otra, el tráiler que hizo Silvia con esa voz que pone que te escuchas hasta la lista de la compra, y otra es que la conozco desde hace tiempo y algo me decía que su forma de escribir y transmitir iba a encajar con mi estilo de lectura.

Lara se enfrenta cada día a una realidad dura, que tira de ella y a la que no puede dar la espalda. Vive con su abuela, Carmen, de la que es exclusiva cuidadora, en un barrio humilde al que todo el mundo prefiere retirar la mirada.

Su única ayuda son sus amigas y vecinas, que demuestran que la familia elegida puede ser tan importante como la de sangre.

En ese barrio aparece Saúl, arquitecto decidido a darle un lavado de cara al mismo con unas obras de rehabilitación. 

Remover los escombros de lo que fue el barrio, hará que el pasado parezca más vivo que nunca y la relación entre Lara y Saúl no dejará de atropellarlos en cada esquina.

El libro está dividido en capítulos de extensión media, narrados en primera persona de forma alterna por los dos protagonistas principales, Lara y Saúl.

La trama avanza a buen ritmo, dando de lleno en el día a día de Lara, resultando casi imposible no empatizar con ella. En general, no he sentido que sobrara nada en esta novela. Todo está contado de una forma muy bonita, muy cuidada, y eso ayuda a que enganche desde el principio.

En cuanto a los personajes, nadie me obliga a elegir, pero me quedo con Lara. Dicho sea de paso que Saúl me encanta como protagonista, pero es que Lara es de estas mujeres hechas de otra pasta. Es resiliente, trabajadora, buena amiga y buena nieta. 

Desde el principio se cuenta que Carmen, su abuela, tiene Alzheimer y Lara es su único apoyo. Esta situación es muy difícil y creo que Silvia ha sabido plasmar la montaña rusa que puede suponer convivir con esta enfermedad.

Con ellas he vivido los días buenos, los no tan buenos y los muy malos. Pero siempre los viven juntas.

En cuanto a Saúl, me tuvo intrigada desde el principio. Su pasado le ha marcado y he sentido muy buena evolución por su parte. Su situación tampoco era fácil y en esa adversidad se verá de frente con Lara.

No puedo olvidarme de los personajes secundarios. Aquí digo secundarios porque no son la pareja principal, pero la abuela Carmen es uno de los pilares de esta novela y ha tenido la bondad de dejarnos frases en ella que no he podido evitar marcar. La gente mayor es fuente de sabiduría y aprendizaje, os aseguro que sé de lo que hablo, y Carmen es un ejemplo de una generación que quizá no tiene todo lo material que necesitaría, pero sabe crear hogares en los entornos menos propicios.

También tengo que hablaros de Olimpia e Irene, dos personajes con mucho carisma, con estilos diferentes pero muy entrañables.

Con Olimpia he sufrido, ya que es un claro ejemplo de muchas personas que están ciegas por otros sentimientos y cuesta salir de ahí.

Con Irene he empatizado mucho. Se busca la vida como puede, pero su historia ha conseguido sacarme más de una sonrisa.

Tengo que destacar la gran crítica social que la autora introduce en sus páginas y que es otro de los cimientos de esta novela. Se nota que ha querido mostrar un entorno desfavorecido y el sufrimiento y desgaste que se soporta cuando estás dentro.

Además, las figuras de Carmen y su marido, muestran la resistencia de las personas mayores y en concreto de esas abuelas  y abuelos que han tenido que sacar adelante a toda la familia con pocos medios pero mucho amor.

Lo único que me ha faltado en la novela es fruto, seguramente, de mis expectativas. Pensé que me iba a romper más, que iba a revolverme más aún. Lo ha hecho, pero mi idea era otra. 

Por otro lado, los giros de la trama me los he visto venir, pero no por eso he dejado de disfrutar de la historia. El qué es lo de menos, lo importante es cómo Silvia consigue contarlo. 

Su forma de escribir me ha parecido delicada, cuidada, pensada y libre. No puedo pedir más.

También deciros que la autora advierte al inicio de contenido sensible, pero creo que debo deciros que para nada se recrea en él y lo muestra como es, pero de una forma sutil, algo que considero un acierto.

En general, es una novela con bastantes personajes muy bien encuadrados y que representan una diversidad absolutamente real. Los barrios humildes existen y se suelen mirar con prejuicios infundados. Se agradece que Silvia haya decidido darles voz y poner la realidad sobre la mesa.

En definitiva, la forma de escribir de Silvia me ha gustado mucho. Va directa a lo real, lo de toda la vida, lo que nos mueve y remueve. A fin de cuentas, a lo que importa.

La historia de Lara, doña Carmen y Saúl podría ser la de mucha gente, la de cualquier persona de un barrio humilde. Qué importante es poner el foco en ellos y no tirar de tópicos, sino de personas reales.

He necesitado abrazar a cada uno de los personajes en muchos momentos. Todos tienen su evolución y sus alas por abrir. Resulta una delicia descubrirlo.

Mención especial a Carmen, esa abuela de las buenas, de las que no se olvidan, de las que es un orgullo haber tenido contigo.

Velocidad lectora: 4,5/5 

Presencia de romance: 3,5/5 

Nivel de intriga: 3,5/5

Carga dramática: 4/5 

Calidad de los Personajes: 4,5/5
Ambientación: 4/5
Estilo literario: 4,5/5
Originalidad: 4/5
Cierre de la historia: 4/5
Diseño de la edición: 4/5

No dudéis en comentar vuestra opinión.

¡Hasta el próximo libro!